El algodón reciclado: desmontemos el mito
Cuando vemos que en una etiqueta reza ‘algodón reciclado’, parece que un hermanamiento con la naturaleza va a suceder después de comprarte esa prenda. Lejos de la realidad, lo que se esconde detrás de ese concepto es mucho más complejo y lleno de matices que no precisamente comulgan con lo que parece.
Qué es el algodón reciclado
Nos ponemos puristas para definir el concepto. El algodón reciclado es un tipo de fibra textil que se obtiene de prendas de algodón usadas o desechadas. Podemos decir que es la conversión de una tela de algodón en fibra, para poder generar nuevos productos. El objetivo es la reducción del uso de materias primas vírgenes y disminuir el impacto de la sobre producción.
Con esto, es fácil pensar que cuando vemos una prenda con este término, está hecha con este mecanismo, pero la realidad es completamente diferente.
La procedencia real de los materiales
Según un comunicado de Urska Trunk, que es la directora de campaña de la ONG Changing Markets en Bruselas, la procedencia marca la primera diferencia: «El 93% de los materiales reciclados en la ropa provienen de botellas de plástico, no de ropa vieja, es decir, de fuentes de petróleo».
Esto nos pone de cara ante una doble moral. Por un lado se están utilizando materiales reciclados, pero no algodón como se promete en la etiqueta, lo que resulta una falta de coherencia en la aplicación de estándares en la industria de la moda. ¿La razón aparente? La tecnología necesaria para convertir estos materiales reciclados en nuevos hilos está en sus primeras etapas de desarrollo, lo que encarece el coste y dificulta el proceso.
Menos del 1% de los tejidos en la ropa se reciclan para fabricar nuevas prendas.
Dato de la comisión europea
De las 12.6 millones de toneladas de ropa que desechamos los europeos, a penas el 22% se rescata para reciclar o reutilizar. El resto se convierte en basura o se incinera. Y es que el reciclaje de ropa es bastante más complejo que el de otros materiales como el vidrio o el papel.
La complicación reside en la diversidad de materiales de los que se componen las prendas, las mezclas de fibras y los accesorios que no se pueden reciclar como botones, remaches y cremalleras. Este escenario plantea la necesidad de hacer una clasificación manual, que permita la eliminación y clasificación minuciosa. Este proceso tan laborioso junto con la falta de adelantos tecnológicos al respecto, dificulta el reciclaje textil a gran escala.
El poliéster reciclado y el fast fashion
Es fácil ir a cualquier tienda de moda rápida y encontrarte la etiqueta de ‘material reciclado’. En la gran mayoría de los casos, esto responde a una prenda hecha a partir de botellas PET, lo que en principio parece un buen punto que evita el uso de poliéster virgen derivado de combustibles fósiles. Pero la realidad es que no se trata de un proceso circular, ya que, mientras una botella PET puede reciclarse varias veces, las prendas de poliéster reciclado no tienen esa capacidad.
Además, la huella de carbono que supone el transporte, clasificación, lavado y procesamiento de prendas recicladas plantea mucha preocupación ambiental.
Aunque la idea de reciclar textiles parece alentador, en realidad, se enfrenta a a varios hándicaps. SOMOS Vintage Club apuesta por la moda sostenible de la mano con la reducción en el consumo, fomentando la reparación y reutilización de prendas existentes.
Síguenos en Instagram @somosvintageclub y mira nuestras piezas de archivo a la venta en nuestra cuenta de Vinted