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Toda la verdad sobre donar ropa que ya no usas

Toda la verdad sobre donar ropa que ya no usas

Todos hemos pensado en alguna ocasión que donar la ropa que no usamos es un acto en pro de paliar el gran problema de la industria de la moda. Y justo este acto de ‘solidaridad’, viene dado porque nos hemos vuelto locos.

El consumismo por el consumismo derivado de la sobreproducción y el fast-fashion, ha generado por otro lado, un exceso de ropa a nuestros armarios que se ha traducido en el comercio de la ropa de segunda mano.

Hecho muy celebrado por la comunidad del slow fashion -y por Somos Vintage, por supuesto-, pero en algunas ocasiones algo confuso en su realidad final.

Foto de Braxton Apana vía Unsplash
Entonces, donar ropa ¿sí o no?

Como os decíamos, seguro que todos en algún momento de nuestras vidas, hemos pensado en donar ropa que ya no utilizamos -bien porque haya pasado de moda, o porque lleva años caducándose en el armario con la etiqueta- como un acto de bondad tanto como para el planeta, como para personas sin recursos. En resumidas cuentas, creemos que donar la ropa la lleva directamente al armario de alguien que la necesita y no a un vertedero.

En España, alrededor de 990.000 toneladas de textiles van a parar a los vertederos cada año y sólo se recoge el 12,1% de los residuos generados. Hasta hace relativamente poco, la ropa recogida se enviaba África o de Centroamérica, donde se les daba un segundo uso.

Datos del último análisis de Modare

Pues bien. Aunque hay algunas ONG’s que si que cumplen con el objetivo, lejos de marcarse un green washing para alguna compañía, nos duele saber que la mayoría de las veces la ropa no termina enviada a fines benéficos. Es más, según hemos leído en este artículo de Eco Age, el movimiento de la segunda mano es una decisión política en muchas de las ocasiones.

Vamos a Zara, Mango, H&M, o a cualquiera de las grandes españolas del fast fashion y lo vemos en todas. El típico contenedor donde ‘donar ropa que ya no usas’. Este impulso está alimentado por el mito de la falta de vestimenta del hemisferio sur del Planeta con respecto al del Norte. ¿La verdad? Hay demasiada ropa en todo el mundo.

Y más verdad todavía es que esto todo es un artificio del sistema de la moda capitalista. Ante su necesidad de que sigamos consumiendo y el hecho de que nuestros armarios van a explotar, han creado una estrategia. La de enseñarnos a donar lo viejo para poder seguir comprando. Bajo sus ojos no nos cuesta nada, ya que el precio de las prendas es bastante asequible.

Foto de Braxton Apana vía Unsplash

Además los costes en materia de ecología y maltrato social, son aparentemente inexistentes. Cuando en realidad, el sistema explota a los trabajadores con la creación de una evidente desigualdad estructural de la sociedad en todo el mundo, además de generar una huella ecológica imborrable.

¿Entonces? ¿Dónde va a parar la ropa que donamos?

Toda la ropa que ha sido donada pasa por un proceso de selección y clasificación. Las de mejor calidad, pasar a ser comercializada de nuevo en tiendas vintage y de caridad.

En EEUU, del 10 al 20 % de la ropa donada se vende en el país, y otro 10 o 20 % podría reciclarse en trapos o aislamiento.

Por eso es por lo que también se fomenta el mercado de la segunda mano. Para incentivar la recirculación de ropa y evitar que acabe en el vertedero como desperdicio.

En cambio, la ropa no considerada como aceptable por el hemisferio norte y no es objeto de volver a comercializarse, se reparte por diferentes partes del mundo que lo necesitan. Y ahí está el negocio. En que antes de que llegue a cumplir la función para la que donamos nuestra ropa, se clasifica en función de su calidad. Y todo esto, llevado a cabo por diferentes entidades que se encuentran a lo largo y ancho del planeta.

Foto de Braxton Apana vía Unsplash
Donar y reciclar textil en España

En España, casi 95% de los textiles que se reciclan son residuos industriales. ‘Lo fácil es reciclar residuos de fabricación, porque podemos separar por colores y fibras’ explica Joan Gabarró, presidente de Fitex, en un medio nacional.

Las prendas más complicadas de reciclar son las recogidas en las tiendas. La separación de las fibras junto a los tintes, dificulta el proceso. Es por eso que lo que predomina es su reventa.

Muchas veces, ante la imposibilidad de clasificar y separar esas fibras, se procede al triturado para convertirlo en rellenos para la industria del automóvil o de la construcción. Según los expertos, faltan medios en España que garanticen el reciclaje de textiles posconsumo.

Es la escena patria, las dos organizaciones principales que se dedican a la recogida de prendas para reventa o reciclaje son Cáritas y Humana, que recogen el 41% y el 16% respectivamente. Ambas cuentan con tiendas por todo el país donde venden estas mismas prendas.

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