La reina Isabel II y su amor por el upcycling
La reina Isabel II y su amor por el upcycling nos ha pillado por sorpresa. Se enfundó los icónicos vestidos florales y con pliegues icónicos de los años 30 y 40, lo que marcó el tono de lo que iba a ser su estilo. Desde que era princesa, poco a poco, su estética fue evolucionando hasta su versión más majestuosa.
Norman Hartnell firmaba su vestido de novia, digno de futura reina, con bordados delicadísimos de perlas y cristales, con una cola que captaba todo el protagonismo. Desde ese momento, el modista británico se convirtió en su mano derecha de estilo.
También lo fueron Hardy Amies y el sombrerero Freddie Fox, artífice de todas las piezas que tan personal hacían el estilo de la Reina Elisabeth II. Y si bien es cierto que la Reina de Inglaterra pasará a la historia como una de las monarcas más longevas, también lo hará por su estilo y valores a la hora de conformar su armario.
Hablemos de la reina Isabel II y su amor por el upcycling
En Somos Vintage ya hemos hablado en numerosas ocasiones sobre el upcycling, e incluso de marcas españolas con la filosofía de crear piezas a través de otras y con sello español. Pero mucho antes de que este nuevo concepto apareciera en nuestras vidas, la Reina de Inglaterra ya había adoptado esta forma sostenible de configurar su armario.
En la posguerra de 1947, compró su vestido de novia con cupones de racionamiento de ropa. Aunque era una práctica bastante común en la época, no era precisamente una necesidad para ella.
En cuanto a los tejidos de sus prendas, siempre había dos características imprescindibles: un color llamativo en una tela que no se arrugue. Todas estas telas de las prendas han sido cuidadosamente almacenadas en Buckingham, por los que sus vestidos están hechos a partir de otros suyos. ¡E incluso a día de hoy, conservaba telas de cuando era princesa!
Por lo general, la vida útil de uno de sus atuendos puede ser de alrededor de 25 años. […] Su Majestad siempre es ahorradora y le gusta que su ropa se adapte y se recicle en la medida de lo posible… Después de dos o tres puestas, una pieza se habrá vuelto familiar para los medios, así que buscamos formas de modificarla o se relega para usar en sus vacaciones privadas en Balmoral o Sandringham»
Una tela que conservaba desde 1961 fue la protagonista en su versión upcycleada del vestido dorado que se enfundó en el concierto de su Jubileo de Diamante.
También fue defensora de repetir modelito sin miedo al fracaso. De esa manera, hemos visto en varias ocasiones su abrigo y vestido color azul pastel.
Reparar antes que deshechar
Lejos de participar en el circo del fastfashion, la reina Isabel segunda y su amor por el upcycling se posicionaron. Desde los años 60, Elissabeth mandaba a reparar de manera habitual sus bolsos Launer en vez de hacerse con los últimos modelos.
Además, hace poco también se hizo que su clásica chaqueta Barbour que tanto usó en Balmoral tenía 25 años. En su Jubileo de Diamante, le propusieron cambiarla por una nueva, pero ella se decantó por encerarla de nuevo y darle más tiempo de usabilidad.
Nunca fue una opción tirar ropa en Buckingham. Cada vez que la reina decidía poner fin al uso de sus prendas, la regalaba a las modistas de palacio, bajo el deseo expreso de no dejar ninguna etiqueta ni marca que desvelara la procedencia de la pieza.
Sin duda, Isabel II fue una reina circular que apostaba por la moda duradera, preloved y de segunda mano.
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